miércoles, 8 de mayo de 2013

BLAS, HERMANO, COFRADE Y AMIGO

BLAS BENÍTEZ SERRANO


Son muchas veces las que Hinojosa ha rendido homenaje a sus cofrades desaparecidos. No es cierta mi intención de hacer esto con tan gran elegido.
Hombre gracioso y simpático, de una sonrisa permanente, serio en su labor tanto como en su trabajo. Encontró en el Camino Neocatecumenal un lugar para dar forma a su vida  como cristiano, como árbol que da fruto volcaba su tiempo en los demás: comunidad, catequesis parroquiales, Cáritas, y hermandades.

En el pasado queda lo inexistente hasta la eternidad perdura lo que es presente. Hoy el hermano, amigo, catequista o compañero Blas ha comenzado el camino más glorioso: La Eternidad junto al Padre. No hay motivos suficientes, ni argumento a rebatir que mantenga la Fe de cualquier cristiano si no es para subir al Cielo. Perdería cualquier sentido el culto que no vaya encaminado a afirmar que esta no es la verdadera vida, que Dios es nuestro Padre y nosotros su pueblo, sin olvidar que se puede disfrutar del cielo aún viviendo en esta tierra.
 Estos últimos días se ha escuchado mucho la palabra Caridad: Blas como buen cristiano fue el mismo el primero en comprobar este significado, AMOR gratuito, amor hacia sus pecados, amor hacia sus errores y todo ello por el Padre, PERDONADO.
Como bien se dice en el Evangelio Dios es Amor, es Caridad, la caridad no solo contempla ayudar en lo material a cualquier hermano, Caridad es amar lo no deseado, amar es mucho mas que compartir, CARIDAD es amar, es todo esto:

Aunque hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si me falta el amor sería como bronce que resuena o campana que retiñe. Aunque tuviera el don de profecía y descubriera todos los misterios, -el saber más elevado-, aunque tuviera tanta fe como para trasladar montes, si me falta el amor nada soy. Aunque repartiera todo lo que poseo e incluso sacrificara mi cuerpo, pero para recibir alabanzas y sin tener el amor, de nada me sirve. El amor es paciente y muestra comprensión. El amor no tiene celos, no aparenta ni se infla. No actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo. No se alegra de lo injusto, sino que se goza en la verdad. Perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo. El amor nunca pasará. Las profecías perderán su razón de ser, callarán las lenguas y ya no servirá el saber más elevado.

Y así debió entenderlo este hinojoseño que sin grandes ruidos se marcha al cielo, desviviéndose en cada una de sus labores y sobre todo con esa sonrisa permanente que da certeza a lo que es verdadero. Un buen cristiano debe estar siempre alegre para serlo, por que esta actitud es un reflejo mínimo de la alegría que se goza en el cielo.




Muchas son las anécdotas del amigo Blas en este mundo, la Antigua seguro recuerda su amor primaveral, Su presencia siempre en el Santo Entierro, su generosidad en su tiempo y humildad en su trabajo pudo verlo en sus conferencias de Cáritas san Vicente de Paul, la primera comunidad de San Juan en su vida es todo un argumento para darse a conocer como hermano en la Fe a quienes compartían con él su vida.

A falta de texto que pudiese seguir escribiendo porque necesitaría demasiado espacio, os animo estar alegres en estos momentos porque llegó la hora de que este hermano compruebe con sus propios ojos eso por lo que ha vivido, porque quien muere en Cristo, resucita con El.


Amigo Blas Benítez Serrano, hasta pronto, intercede por nosotros.

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